La crisis de seguridad de Ecuador (2020-presente), que se elevó a niveles alarmantes a finales del 2020, pero que se desarrolla en el país sudamericano desde inicios de 2018. En el primer año de la presidencia de Lenín Moreno, el aumento de la inseguridad en el Ecuador se da por dos fenómenos, la llegada de las mafias mexicanas Cártel de Jalisco Nueva Generación y Cártel de Sinaloa, y el segundo es el enfrentamiento entre dichos grupos satélites por la hegemonía.[1]
La situación de la República de Ecuador como camino de paso de la droga, desde Colombia y Perú hacia México para posteriormente llegar a Estados Unidos y Europa siempre estuvo presente, pero fue con la evolución del conflicto armado interno colombiano y los frentes remanentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que en Ecuador comenzaron las guerras de territorios de las diferentes pandillas y bandas de delincuentes; el primer incidente de relevancia fue el atentado contra las fuerzas del orden en San Lorenzo del Pailón[2] lo que desató una ola de violencia en la costa norte del país, el principal sospechoso del ataque terrorista fue una disidencia de las FARC-EP liderada por narcos ecuatorianos.[1]
A finales de 2019, aunque en menor medida, aparte de los carteles mexicanos se registró en el país presencia de mafias de origen europeo, siendo la principal la mafia albanesa. En 2020, durante la pandemia de COVID-19, se hizo latente la crisis del ingreso de armamento ilegal de origen peruano que era de los principales contribuyentes a las bandas armadas ecuatorianas, ese mismo año estalló la crisis carcelaria en Guayaquil, porque las prisiones de la ciudad se habían vuelto nexos importantes de comunicación y enfrentamientos entre los grupos armados, ese mismo año la crisis se extendió a otras prisiones a nivel nacional, y la violencia llegó a las calles a inicio del 2022.[2]